Mientras las tensiones aumentan en Medio Oriente, varios estados árabes con tradicional hostilidad hacia Israel lo han apoyado para repeler los ataques iraníes con misiles y drones. Entre ellos destacan Arabia Saudita y Jordania, que han participado activamente en la coalición militar regional junto con Israel, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.

Según el canal israelí KAN News, Riad no sólo confirmó el hecho de brindar asistencia, sino que también participó directamente en la lucha contra la influencia armada iraní. En particular, las fuerzas de defensa aérea sauditas derribaron drones y misiles iraníes que volaban a través del reino. La efectividad de los sistemas de defensa aérea sauditas hizo posible debilitar significativamente el potencial de ataque del ataque y minimizar las posibles amenazas a Israel.

Las acciones de Arabia Saudita están motivadas, entre otras cosas, por el deseo de evitar una mayor escalada del conflicto y apoyar las iniciativas de paz en la región. Según los expertos, Teherán podría provocar ataques de Hamás contra Israel para interrumpir el proceso de normalización de las relaciones entre Arabia Saudita y Estados Unidos, así como complicar la mejora de las relaciones entre Israel y los países árabes.