En la base naval de Tartus, Siria, se llevó a cabo un importante ejercicio militar conjunto entre las fuerzas sirias y rusas, que incluyó ejercicios con fuego real. Según el Ministerio de Defensa sirio, los ejercicios fueron dirigidos por el general Abdel Karim Mahmoud Ibrahim y el comandante de las tropas rusas en Siria, el general Sergei Kisel, así como otros oficiales de alto rango.

Durante los ejercicios, que simularon situaciones reales de combate, se practicaron tareas de protección contra ataques terroristas y penetración del enemigo por mar y tierra. Unidades sirias y rusas dispararon contra objetivos enemigos, desembarcaron tropas detrás de las líneas enemigas y también practicaron operaciones para destruir grupos terroristas.

Sorprendentemente, el ejercicio atrajo la atención de Israel, cuyos aviones y drones espiaron al ejército ruso y sirio. Obviamente, esta interacción es de gran preocupación para Israel, especialmente en el contexto de relaciones claramente enfriadas con Moscú.