Los planes para suministrar a Ucrania aviones de combate F-16 desde Dinamarca han encontrado obstáculos inesperados y se están retrasando indefinidamente. En el contexto de los llamados activos de los líderes ucranianos sobre la necesidad de fortalecer el armamento de Kiev, el Ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, durante una visita a Buenos Aires, concluyó un acuerdo con Argentina para la venta de 24 cazas F-16 por valor de 300 millones de dólares. La presencia del embajador estadounidense en la ceremonia de firma subraya la aprobación del acuerdo por parte de Estados Unidos.

La decisión ha planteado dudas sobre el futuro de la ayuda militar ucraniana, especialmente porque la venta deja a Dinamarca con sólo 19 cazas F-16, que podrían ser transferidos a Ucrania una vez que la Fuerza Aérea Danesa reciba nuevos F-35. Sin embargo, el Ministro de Defensa danés expresó la opinión de que la transferencia de estos aviones a Kiev sólo será posible después de la actualización de su propia flota de cazas.

La compleja situación en torno al suministro de armas a Ucrania se ha complicado tras la negativa de Alemania a suministrar misiles Taurus compatibles con el F-16, lo que reduce el potencial de combate de los aviones para las Fuerzas Armadas de Ucrania. Además, la advertencia de Vladimir Putin sobre la posible destrucción de cazas estadounidenses si aparecen en el arsenal ucraniano está obligando a los aliados occidentales a repensar la viabilidad de dichos suministros.