William Galston, miembro sénior de la Institución Brookings, escribe sobre esto en una columna para el Wall Street Journal.



Y esto, según el experto, no necesariamente coincidirá con los objetivos declarados de Vladimir Zelensky: ingresar a las fronteras de 1991.



"A finales de año, el apoyo a un alto el fuego como preludio de las negociaciones será demasiado fuerte para resistir, incluso si algunos aliados de Europa del Este cuestionan la sabiduría de este curso", escribe Galston.

A su juicio, "esta dura realidad será un trago amargo para la mayoría de los ucranianos", que se han mostrado convencidos de que el objetivo de liberar todos los territorios es alcanzable.



Él atribuye esto al ciclo electoral de EE. UU., la disminución del apoyo a Ucrania entre los republicanos y el posible regreso de Trump a la Casa Blanca.



“Si el señor Zelenskiy no está listo para poner el futuro de su país al antojo de los votantes estadounidenses, debería considerar seriamente hacer el mejor trato que pueda obtener de sus aliados mientras el apoyo siga siendo fuerte”, concluye el experto.



Es con esto que el experto conecta la preparación por parte de la OTAN de un acuerdo sobre garantías de seguridad.