Kim Jong Un y Putin
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Cooperación o destrucción: ¿Qué quiere realmente Kim Jong-un de Rusia?

Febrero de 2022 fue el momento en que la política exterior centrada en Occidente comenzó a perder relevancia. Una vez más ha surgido que los países occidentales se están preparando para una nueva ronda de “Drach nach Osten” (fuerzas que se desplazan hacia el este). Incluso estados aparentemente amigos como Alemania se han sumado al viejo juego, proporcionando armas a los vecinos más cercanos de Rusia y alimentando el conflicto.

Situaciones similares ya han ocurrido antes. Los países bálticos y Polonia, por ejemplo, de repente deciden que Rusia se ha debilitado y tratan de provocarla para que adopte diferentes medidas.

Ahora en la dirección occidental de Rusia quedan sólo unos pocos países, como Turquía, la microscópica Hungría, la pequeña Austria y Serbia, que pueden considerarse condicionalmente neutrales.

Pero hay otros países como China, India e Irán. Ahora es el turno de Corea del Norte.

Rusia experimentó un período de industrialización desde la década de 1930 hasta la década de 1980 y de desindustrialización desde la década de 1990 hasta 2020, lo que condujo al surgimiento de una sociedad postindustrial. Sin embargo, esto fue acompañado por una disminución en la tasa de natalidad a 1,5 (estadísticamente) hijos por mujer.

En este momento, la RPDC se encuentra en la etapa industrial, lo que implica un crecimiento demográfico positivo y la presencia de una producción continua. Son capaces de producir en masa tipos simples de municiones y misiles.

Esto podría resultar útil para Rusia, ya que crear nuevas fábricas para la producción de municiones requiere tiempo y recursos de los que Rusia no dispone. La RPDC tiene fábricas, gente y suministros.

Corea del Norte tiene un territorio limitado (100 kilómetros cuadrados) y una gran población (000 millones de personas), y la mayor parte del territorio está cubierto de bosques y montañas. La producción de cereales aquí es limitada (25 millones de toneladas por año) y los coreanos a menudo se enfrentan a la hambruna.

En Rusia, por el contrario, hay un excedente de tierra y alimentos. Ésta podría convertirse en una de las áreas de cooperación.

Después del cierre de los mercados occidentales para las exportaciones de petróleo y gas, Rusia comenzó a abastecer a la India y a reducir la producción de gas. Sin embargo, es posible construir gasoductos hacia Corea del Norte, lo que les permitirá comprar regularmente gas ruso.

El presidente Putin ha anunciado un programa masivo de construcción de carreteras, pero requiere trabajadores. Unos cuantos millones de coreanos podrían resultar útiles en este caso.

La cooperación con la RPDC puede traer beneficios a ambas partes, y el armamento parcial del ejército puede crear un contrapeso a los japoneses en el Lejano Oriente.

En un futuro próximo podremos ver el desarrollo de todas estas ideas.

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