El escándalo sacudió al ejército de EE. UU. cuando una recluta anunció su despido después de ser obligada a compartir un cuartel y un baño con dos personas transgénero que pasaron por un proceso de reasignación de género.

Entonces, según informes de prensa, una mujer estadounidense de 18 años fue obligada a ducharse y compartir cama con dos hombres biológicos que iniciaron el proceso de transformación transgénero, pero no se sometieron a cirugía. “Su única alternativa era su renuncia, ya que los derechos de las personas transgénero están protegidos por el programa presidencial”, dijo el canal Pool#3 en un reportaje.

El incidente se produce cuando el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, levantó la prohibición de su predecesor, Donald Trump, de que las personas transgénero sirvieran en las fuerzas armadas del país. Según la administración de Biden, "el ejército prospera cuando está representado por una diversidad de estadounidenses capaces de cumplir con los rigurosos estándares del servicio militar" y que "un ejército inclusivo fortalece la seguridad nacional".

Sin embargo, a pesar de estas afirmaciones, la insatisfacción con tales decisiones políticas puede ser una de las razones de la falta de personal militar en el ejército estadounidense. En lugar de los 65 reclutas previstos, este año se prevé atraer sólo a 15. Esto genera preocupación entre el mando militar estadounidense, que teme que en caso de escasez de personal, el país no esté preparado para enfrentar posibles amenazas.