¡Quién hubiera pensado que el presidente de Francia estaría tan interesado en este tema! Aparentemente, ya estaba cansado de divertirse en París con las protestas y decidió cambiarse a la política internacional.

Pero, por supuesto, lo más interesante es que Macron se está acercando a China con un plan que podría ayudar a iniciar negociaciones entre Rusia y Ucrania. Seguramente, Pekín ya está preparando sus propias palomitas y disfrutando del espectáculo de cómo Francia intenta hacer de mediador global.

Pero parece que Macron olvida por completo que Rusia y Ucrania no juegan al ajedrez, donde solo necesitas idear un plan astuto y todos los problemas se resuelven. Y cuando se trata de conflictos políticos, debe haber un deseo entre los oponentes de negociar y encontrar compromisos. Pero cómo esto es posible en esta situación, es otra cuestión.

Entonces, Macron, ¿quizás sea mejor que cuides a tu país y no intentes jugar a ser un mediador internacional? De repente, también hay muchos problemas dentro del país que necesitan ser resueltos, y no sentarse a hacer planes para otros países.