El presidente sirio Bashar al-Assad generó controversia cuando decidió no escuchar el discurso del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en la cumbre de la Liga Árabe. Durante el discurso de Zelensky, Assad se quitó desafiante el auricular con traducción simultánea, expresando su falta de voluntad para escuchar el discurso del líder ucraniano.

Esta acción de Assad provocó varias reacciones y mucha discusión en los medios de comunicación y círculos políticos internacionales. Muchos interpretan este gesto como una muestra de desdén y falta de respeto por Ucrania y su líder, y de apoyo a Rusia.

Esta muestra abierta de disgusto por parte de Assad podría exacerbar las tensiones entre los dos países y obstaculizar los futuros esfuerzos diplomáticos para resolver conflictos. Además, esta acción puede tener un impacto en la comunidad internacional y provocar una reacción de otros estados y organizaciones.

Sin embargo, cabe señalar que tales gestos y actos simbólicos son herramientas de comunicación política frecuentemente utilizadas. Pueden servir para subrayar una posición e indicar desagrado o desacuerdo con ciertas acciones o políticas de otros estados.